Incrementalismo y eugenesia

El siguiente artículo que aquí presento me ha llegado del colectivo Ser y Actuar, al cual es de agradecer que lleven ya muchos años denunciando sin tapujos la situación real de la salud y la ciencia moderna. Este documento no precisa de comentarios previos, basta leerlo y empezar a reflexionar seriamente sobre el rol de la sacrosanta ciencia y de las autoridades políticas en la cuestión de la salud pública, en la misma línea de diversos materiales que ya he publicado de otros científicos e investigadores (Botinas, Tagliati, Sheldrake, Bauer, Lanctot, García Blanca, Quentan…). Lo que es muy de destacar en este caso es el carácter directo y contundente de las afirmaciones, los hechos y los datos expuestos, que dejan bien a las claras que seguir confiando en el actual paradigma y en las personas e instituciones que ostentan los máximos poderes es -como poco- una insensatez.

Liberándonos de los poderes mundiales que destruyen nuestra salud gradualmente

La ciencia del incrementalismo es un método muy simple y efectivo de trabajo para conseguir un objetivo específico. Se apoya en muchos cambios pequeños llevados a cabo con el paso del tiempo, a fin de crear un cambio mucho mayor. Los poderes mundiales han adoptado este conocimiento sistematizado, y lo han aplicado al deterioro gradual de la salud humana, con un único propósito: control.

Para controlar la humanidad, se necesita controlar su salud. Los planes a largo tiempo para lograr este concepto han tardado miles de años en perfeccionar el modelo, pero hoy en día los resultados perseguidos son innegables. Las teorías e hipótesis se han modelado eficazmente, y se han encubierto tras la máscara de aplicaciones prácticas. Su naturaleza secreta ha engañado a billones de personas que ni siquiera podían reconocer la existencia de tal modelo. Es decir, hasta ahora.

No podemos seguir negando la destrucción gradual y sistémica de la salud. Está por todas partes y por todo el mundo. Somos observadores pasivos y portadores dolientes. Hemos elegido la vía de la ignorancia en salud durante demasiado tiempo, y ha llegado el momento de darnos cuenta porqué. Si analizamos el proceso de cómo se nos ha arrebatado la salud, podremos apreciar mejor como recuperarla.

¿Qué es la Eugenesia?1

Tras cada puerta, bajo cada piedra, y hasta donde nos remontemos con documentos, la eugenesia siempre se encuentra jugando un papel crucial para orquestar la salud humana y su rumbo. Uno de los aspectos de la eugenesia es la creencia en la modificación de las cualidades de los seres humanos, para desalentar la reproducción de aquellos rasgos hereditarios considerados indeseables.

eugenesia

Por ejemplo, la eugenesia Nazi eran políticas sociales basadas en “la raza”, que apuntaban a aquellos seres humanos identificados como “vida que no merece la vida”, incluyendo pero no limitándose a los criminales, los depravados, los disidentes, los deficientes mentales, los homosexuales, los vagos, los locos, los religiosos y los débiles.

Los eugenetistas defienden políticas específicas que (si funcionan) creen que conducirán a una mejora perceptible del banco de genes humano. Puesto que la definición de cuales son las mejoras deseadas o beneficiosas se percibe por muchos como una elección cultural, en vez de un tema que pueda ser “objetivamente determinado” (por ejemplo, por medios de una investigación científica, empírica), la eugenesia ha sido a menudo considerada una pseudociencia. El aspecto más controvertido de la eugenesia ha sido la definición de “mejora” del banco genético humano, así como qué es una característica beneficiosa y qué es un defecto.

Algunos de los dictadores más destructivos del pasado siglo, Joseph Stalin, Mao Zedong y Adolf Hitler, estuvieron influidos por algún tipo de concepto o ideal que incluía la eugenesia. Independientemente de su propósito, a través de la historia la eugenesia sólo ha conducido a matanzas masivas de seres humanos inocentes.

Las dictaduras más siniestras, y los modelos comunistas, mataron aproximadamente a 175 millones de personas en el siglo XX. Muchos historiadores en todo el mundo han sugerido que el peor de todos los gobiernos tiránicos finalizó con Mao. Sin embargo, eso fue sólo el inicio de una era, o de un cambio en la manera en que los eugenetistas enfocaron y ejercieron su control sobre los gobiernos y sobre la propia humanidad. ¿Por qué contentarse con millones de muertos a través de cualquier régimen, cuando hay formas más efectivas de matar a billones bajo la tapadera de la buena voluntad?

Para cuando Mao había dejado bien establecida su trayectoria destructiva, los eugenetistas ya habían perfilado un plan de genocidio a largo plazo que el armamento convencional nunca podría igualar. Armas de muerte “blanda”, integradas dentro de las vacunas, dentro de los consumibles, y en el medio ambiente, iban en definitiva a proporcionar la plataforma más efectiva para el exterminio humano.

eugenesia2El Grupo Bilderberg, la Comisión Trilateral, y el CFR (Council of Foreign Relations), así como diversos otros gobiernos en la sombra a nivel mundial, han participado en la creación de un imperio invisible, con fuertes vínculos con los eugenetistas. Existen muchas teorías acerca de quién preside, moviendo los hilos de la eugenesia moderna. Pero a efectos de este artículo, mantendremos que la élite global y los poderes mundiales son los eugenetistas. Todos ellos tienen una misión unilateral, y es irrelevante quien les controla. Es el ideal de la eugenesia universal lo que debe ser derrotado.

¡Mantener al mundo envenenado a perpetuidad!

Los eugenetistas y la élite global han defendido abundantemente durante los últimos siglos reducciones draconianas de población. Thomas Malthus, por ejemplo, argumentaba que el crecimiento de población de los pobres, va más rápido que la producción de alimentos, y que conduce a una represalia masiva de la madre Naturaleza (a saber, los controles maltusianos). Sus infames “Controles Maltusianos”, que se enseñan a todo estudiante de sociología en su primer año, se han convertido en la creencia clave de muchos globalistas de hoy en día, que defienden el control de la población por los medios que sean necesarios.

Esta radical y peligrosa idea promociona la noción no demostrada de que los pobres merecen morir porque hay demasiados para que la Tierra los mantenga. Malthus creía que los altos salarios y los beneficios sociales debían ser retirados al gran populacho porque creía que esos dos factores iban a permitir que los pobres sobrevivieran y se reprodujeran exponencialmente, agravando así el problema de la superpoblación.

pastillaBajo el disfraz del control de la población, y a través de la ciencia exacta del incrementalismo, la eugenesia ha sido capaz de conseguir de forma pasiva y global su objetivo aplicando poca o ninguna fuerza física a las masas. Paso a paso, simplemente a través del proceso de introducir la ciencia basura2 , la manipulación política y la compartimentación de los funcionarios públicos, hemos asistido al avance gradual de los organismos genéticamente modificados, las toxinas en nuestra comida y espacio vital, las operaciones de geoingeniería para fumigar venenos en nuestro aire, los agentes químicos introducidos en nuestra torrente sanguíneo a través de las vacunas, y un sistema médico diseñado específicamente (por yatrogenicidad) para prolongar un estado permanente de enfermedad, o de acelerar la muerte. Es el plan perfecto para destruir la salud humana, crear un crecimiento cero de la población, y en el proceso, recoger los beneficios.

Los beneficios sostenibles continúan porque el sistema basado en la enfermedad sigue tratando, en vez de previniendo, la enfermedad. Un paciente enfermo es rentable, y fácilmente manipulable. Los eugenetistas lo saben perfectamente. En la prevención de enfermedades no hay un modelo de negocio viable, y su simple recomendación resulta disparatada para los eugenetistas. Prevenir la enfermedad contradice sus objetivos y además interfiere con sus ganancias.

Muchas personas desconfían de la realidad de esta hipótesis, desestimándola como “conspiración”. Sin embargo, cuando se debaten los hechos, y se plantean las preguntas adecuadas, resulta difícil, por no decir imposible, descartar la malignidad de la agenda eugenésica.

  • Sabemos que los cigarrillos causan el cáncer, por tanto, ¿por qué siguen vendiéndose?
  • Sabemos que el flúor causa cáncer, por tanto ¿porqué continuamos añadiendo flúor al suministro de agua potable?
  • Sabemos que los pesticidas causan cáncer, por tanto, ¿por qué permitimos su utilización en el sistema alimentario convencional?
  • Sabemos que las vacunas contienen metales pesado y conservantes que ocasionan daños neurológicos en los niños, por tanto, ¿por qué seguimos inoculándolas?
  • Sabemos que el polisorbato 80, el sorbato de potasio, el benzoato de sodio, el MSG, el aspartamo, la lecitina de soja e incontables otros, resultan letales para el cuerpo humano, por tanto, ¿por qué no prohibimos esos aditivos?

Conocemos los peligros de los alimentos genéticamente modificados, por tanto, ¿por qué seguimos utilizando la soja, el trigo, y tantos otros modificados genéticamente en suministro de alimentos, para experimentos humanos ilegales?

La relación de preguntas continúa.

Sin tener en cuenta la industria, cada vez que se se dejan al descubierto los peligros de unas toxinas específicas, éstas son reemplazadas por otro tipo de toxinas, en ocasiones incluso más virulentas que las originales. Esto resulta especialmente evidente en la manufactura de los inyectables, que incluyen a las vacunas, la insulina, y otras aplicaciones farmacéuticas. Invariablemente el objetivo sigue el mismo sendero: mantener a las poblaciones mundiales saturadas, con los niveles más elevados de venenos inductores de enfermedad que sea posible.

También es importante subrayar que independientemente de la industria, el descubrimiento final de hasta qué punto estas sustancias tóxicas afectan negativamente a la salud humana lleva décadas de retraso con lo que los eugenetistas ya han confirmado que resulta dañino para la humanidad.

¿Cómo funciona el incrementalismo?

Si el público viera que en un solo día la gasolina sube un 20% de precio, probablemente habría desmanes y disturbios. Sin embargo, si el mismo incremento se efectúa durante un período más largo de 5 años, con independencia de su validez o invalidez comparado con el verdadero precio de mercado, provocaría poca o ninguna resistencia por parte del público. Este es un ejemplo basado en hechos, tanto en Estados Unidos como en Canadá, desde el 2003 hasta el 2008. Demuestra claramente el poder del incrementalismo sobre la psicología humana. Minimiza la confrontación y maximiza los resultados.

El enfoque incremental dirigido por los eugenetistas emplea los métodos más efectivos para reducir cualquier obstrucción procedente de confrontaciones internacionales sobre temas insolubles, como puede ser el de la reducción de población. Además, su enfoque se apoya en “resolver” cualquier tema conflictivo que pudiera amenazar su capacidad de fomentar sus intereses. Esto reduce en gran medida la magnitud de problemas que no podían ser eliminados de otra manera con cualquier otro método utilizado anteriormente.

Por ejemplo, en el siglo XX puede postularse que la mayoría, sino todos los temas conflictivos internacionales sobre la reducción poblacional no podían solucionarse por medio de discusiones básicas de mesa redonda. Las fuerzas militares fueron una consecuencia natural y desafortunada de tales fracasos. Una forma alternativa de conformidad iba a ser necesaria inevitablemente para evitar sucesivas confrontaciones militares.

Los eugenetistas aprendieron entonces a aplicar muchos tipos diferentes de “tratamientos” progresivos, algunos de los cuales requerían esfuerzos cooperativos por parte de las partes políticas contendientes dentro de la comunidad internacional. Otros se implementaban unilateralmente. De forma similar, mientras algunos enfoques eran relativamente fáciles de poner en marcha, otros requerían que los funcionarios políticos y públicos desarrollasen nuevas habilidades para manejar las discrepancias, o para garantizar la ayuda de profesionales externos.

vacuna2Por ejemplo, si surgía cualquier controversia en relación a la validación científica de las vacunas o de su efectividad, se utilizaba a la oposición controlada y a los falsos especialistas médicos para elaborar estadísticas y datos en revistas médicas respetadas para influir en la opinión. Muchos políticos y funcionarios sanitarios utilizaban, sin darse cuenta, esa información “fabricada” para validar el mandato eugenetista. Para cada nueva enfermedad se iba a aplicar un incremento adicional en la dosificación de la vacuna, o en la frecuencia. Para cada nueva vacuna se iba a falsificar un estudio que justificase su efectividad y la convicción necesaria para ello.

A diferencia de otras formas de resolución de conflicto utilizadas por los gobiernos rivales, el enfoque progresivo era una estrategia factible en situaciones en que los enfoques basados en la solución no eran efectivos. Infiltrando a los políticos, y desarrollando intervenciones a pequeña escala, los gobiernos podían ser fácilmente coaccionados para que aceptasen el falso modelo diseñado por los eugenetistas. En la mayoría de casos, esto permitiría también la solución de sub-temas antes de avanzar hacia temas más sustanciales en la disputa.

Repito, la administración histórica de los programas de vacunación sirve como ilustración típica de esta estrategia.

Para cada sub-tema y contra-enfoque presentado por las instituciones de salud pública intergubernamentales, tales como “la toxicidad de la vacuna” o “el programa de frecuencia”, las agencias mundiales de salud y las instituciones médicas iban a caer sobre el falso modelo de progresión, desarrollado durante las décadas en que se han ido validando las iniciativas del programa de vacunación. Cualquier intervención por parte de quienes se oponían al enfoque convencional mandado era criticada, castigada o simplemente ignorada, fuera cual fuera la validez de sus argumentos. Las engañosas bases de los programas de vacunación son reforzadas una y otra vez puesto que su poder no reside en la verdad, sino en la repetición de la propia infraestructura de progresión.

El enfoque multigradual para destruir la salud

Las vacunas nunca se inventaron con la intención de prevenir la enfermedad. Su único propósito fue crear el sistema más peligroso y repulsivo de envenenamiento de la sangre para matar a los indeseables y controlar a la población. Las vacunas siempre han sido, y siguen siendo, el arma biológica más efectiva jamás utilizada por los eugenetistas. Muchos expertos médicos concuerdan en que las vacunas son probablemente la única gran causa de las enfermedades crónicas en las naciones desarrolladas.

El siglo XVIII vio nacer a la primera vacuna producida para cualquier enfermedad. El siglo XIX produjo 7 vacunas. Con los avances de la tecnología médica, durante el siglo XX se han desarrollado más de 20 vacunas principales.

Algunos investigadores de vacunas han calculado que el número de nuevas vacunas del siglo XXI podría muy bien superar las 500, con más de 100 vacunas que ya están actualmente desarrollándose. Solo en Estados Unidos, cuando un niño ha llegado a los 6 años ha recibido 36 vacunas recomendadas.

El siglo XX sirvió también como campo de creación para el desarrollo de miles de químicos mortales diseñados específicamente para trastocar los sistemas nervioso, reproductivo, inmunitario y hormonal del cuerpo humano, ocasionando cánceres, infertilidad, cardiopatías, diabetes y daño cerebral, entre otras enfermedades y desórdenes.

Se han inventado el Bisfenol A (BPA), dioxinas, ftalatos, bifenilos policlorado (PCBs), diclorodifeniltricloroetanos (DDT), éteres difenil polibrominados(PBDE), furanos y muchos más productos todos ellos en estos últimos 200 años. Sin embargo, con la pretensión de incrementar el sector de la producción, su integración en las sociedades desarrolladas ha devastado convenientemente la salud del ser humano.

Tras la segunda revolución industrial, las industrias enfocadas fueron integrando gradualmente estos químicos en todas sus aplicaciones finales, tales como: plásticos, cosméticos, lubricantes, juguetes, elementos para el envasado alimentario, materiales de construcción, suplementos nutricionales y farmacéuticos, insecticidas, componentes eléctricos, refrigerantes, mobiliario, tapicerías, y muchas otras aplicaciones.

La intención era incrustar tantas toxinas como fuera posible dentro del tejido social. Los pocos centenares de productos químicos del siglo XIX se vieron rápidamente convertidos en decenas de miles. Actualmente utilizamos más de 110.000 químicos para sostener nuestro moderno estilo de vida. No solo tenemos un límite inaceptable de contaminantes en nuestra comida, aire y agua, sino que constantemente estamos “subiendo el listón”.

Cada año “inventamos” más de 2.000 nuevas sustancias, la mayoría contaminantes, que se emiten al medio ambiente y que, en consecuencia, están presentes en los alimentos, el aire, el suelo y el agua. Diariamente entramos en contacto con más de 500 de esos contaminantes, y existen ya aproximadamente 200 químicos en la grasa corporal de cualquier individuo, en cualquier momento dado. Para las generaciones futuras esas cifras probablemente aumentarán, a menos que el mundo adopte protocolos de fabricación más responsables.

En todo el mundo se están presentando síntomas de nuevas enfermedades a velocidades sin precedentes. La Academia Nacional de Ciencias calcula que un 15 % de la población tiene Sensibilidad Química Múltiple. Sin embargo, los médicos que practican la medicina medioambiental calculan que la sensibilidad química afecta a más del 50% de la población actual.

cientificosMultitud de científicos han denunciado el perjuicio de estos químicos, pero la información ha tardado décadas en llegar al público. Los eugenetistas son maestros en garantizar que el lanzamiento de tal información coincida estrictamente con sus intereses. Tradicionalmente, los soplones que han denunciado información clasificada, en contra de la agenda eugénica, han sido ejecutados mediante operaciones encubiertas en todo el mundo. Los ejemplos actuales incluyen docenas de microbiólogos asesinados que, trabajaron para organismos gubernamentales y resultaban una amenaza si exponían la verdadera naturaleza de la agenda de la gripe porcina H1N1. O los inventores relacionados con la energía libre, que han sido exterminados porque habían hallado soluciones que funcionaban para obtener fuentes de energía limpia y abundante.

La “armamentización” de los alimentos también se ha convertido en un distintivo de la eugenesia actual. Una vez que los poderes mundiales adquirieron el conocimiento para transformar bioquímicamente el suministro de comida, pronto iba a convertirse en una de las estrategias de más éxito para el control de la salud de la población mundial, y para impulsar las intervenciones genocidas cuando fuera necesario.

Algunas de las prácticas habituales que destruyen el valor nutricional de los alimentos son:

  • la utilización de fertilizantes basados en el petróleo,
  • los organismos modificados genéticamente,
  • la irradiación de los alimentos, y
  • los composts tratados.

Incorporando a la agricultura venenos tales como los pesticidas y herbicidas, e ir gradualmente expandiendo su fabricación y uso en las postrimerías del siglo 20, se ha establecido un sistema para alterar químicamente toda la producción fresca convencional.

Los tóxicos agrícolas están ahora entre los químicos más ampliamente utilizados en el mundo. Estados Unidos y Canadá permiten una exposición a los pesticidas que supera la de casi cualquier otra nación industrializada.

Son fumigados sobre bosques, lagos, parques de la ciudad, pastos y campos de juego, y en hospitales, escuelas, oficinas, y hogares. También se hallan presentes en gran variedad de productos, desde los champús hasta los empapelados de pared, colchones y cortinas de ducha. Está confirmado que los pesticidas y herbicidas constituyen un factor de riesgo significativo en la causa del cáncer, la infertilidad y los desórdenes neurológicos. El 100 % de mujeres embarazadas presentan pesticidas en su placenta3.

Se ha encontrado también que los alimentos genéticamente modificados son un arma efectiva en la manipulación de los suministros de alimentos. Desde que James Watson y Francis Crick craquearon el código genético en 1953, la ingeniería genética humana ha sido una posibilidad. Tras su descubrimiento, por el que obtuvieron el premio Nobel en 1962, les llevó dos décadas obtener resultados en laboratorio, y dos más hasta que los productos genéticamente modificados aparecieron en las tiendas.

En los años 1990, la biotecnología se trasladó del laboratorio hacia las granjas, convirtiéndose en una explosión industrial. En 1990 se aprobó en el Reino Unido el primer alimento genéticamente modificado, una levadura. En 1993, el gobierno de Canadá estuvo haciendo pruebas de por lo menos 50 tipos diferentes de alimentos modificados genéticamente, sin el consentimiento de sus ciudadanos.

Iniciada por los eugenetistas, la empresa Monsanto ha sido el mayor jugador en el juego de alimentos GM. Ellos solitos han convertido a Estados Unidos en el mayor productor mundial de alimentos GM, pesticidas y herbicidas.

Fundada en 1901, Monsanto ha fabricado químicos industriales (por ejemplo, ácido sulfúrico), plásticos y sintéticos, y sacarina, un endulzante artificial carcinogénico. También ha producido, o ha otorgado licencias, de producción para la mayoría de los tóxicos PCB del mundo, que están ahora prohibidos en casi todo el mundo.

Hacia 1940 Monsanto había empezado a centrarse en los plásticos y en los tejidos sintéticos como el poliestireno (utilizado todavía con profusión en el envasado de alimentos y otros productos de consumo), que llegaron a ocupar el quinto puesto en la lista de la Agencia de Protección Ambiental, como los químicos cuya producción genera el desperdicio más peligroso en general.

Durante la segunda Guerra Mundial, Monsanto jugó un importante papel en el Proyecto Manhattan para desarrollar la bomba atómica. Después de la guerra, impulsaron la utilización de pesticidas químicos en agricultura, y empezaron a fabricar el herbicida 2,4,5-T, que contiene dioxina, un tóxico que Monsanto utilizó a sabiendas para contaminar una amplia gama de productos.

Entre 1975 y 1981, se creó un programa de investigación en la División Agrícola de Monsanto para trazar estrategias acerca de la difusión de los organismos modificados genéticamente.

A mediados de 1990, más del 50% de la soja y el maíz tradicional del mundo (los dos alimentos más introducidos) estaban modificados genéticamente.

Ahora existen tres grandes categorías de alimentos GM:

  • cultivos (soja, algodón, colza y maíz),
  • productos lácteos, carne,
  • enzimas y aditivos, creados a partir de hongos y bacterias modificados genéticamente.

Los investigadores de la eugenesia y los científicos de Monsanto saben desde hace décadas los peligros asociados a los alimentos GM. En el proceso de desarrollo de los alimentos GM, los efectos, potencialmente desastrosos, son inevitables a partir de sustancias no detectadas como nocivas.

Un método popular utilizado por los científicos es crear sistemáticamente plantas que producen sus propios pesticidas, utilizando genes bacteriales. Lo que hacen es utilizar los genes de bacterias que producen sus propios pesticidas, denominadas Bt, derivado de Bacillus Thuringiensis. A la toxina plaguicida que se crea, se la denomina toxina-Bt. Los científicos habrían hecho millones de copias de esos genes, bien inyectándolos en millones de células, o infectando las células con la bacteria. La esperanza es que “alguno” de los genes se combine con el ADN de algunas de esas células. El problema es que nunca saben en qué parte del cromosoma va a introducirse el nuevo gen.

Antes de que multipliquen e inserten el gen construido, añaden un gen marcador resistente al antibiótico. Este nuevo gen crea una proteína que protege la célula de algún antibiótico específico. Lo siguiente es que introducen antibióticos en el plato con células, antibióticos que matan a una mayoría, excepto a las pocas en las que ya se incorporó el transgén al ADN, y el gen resistente al antibiótico está funcionando. Así es como las células supervivientes se convierten en resistentes al antibiótico. Las células supervivientes se clonan en plantas genéticamente modificadas. Cada célula de cada planta contiene ahora el gen que produce la toxina Bt. También contiene el gen resistente al antibiótico. Esas plantas son las que ahora constituirán nuestro alimento.

Si los genes resistentes al antibiótico se transfieren al ser humano, pueden crearse “súper enfermedades”, que no respondan a los antibióticos. Las proteínas virales podrían suprimir nuestras propias defensas virales, o las proteínas podrían ser tóxicas. Si el gen Bt se transfiere, en teoría podría convertir a nuestra flora intestinal, posiblemente a largo plazo, en una fábrica viva de pesticidas.

La industria biotecnológica también es muy consciente de que los impulsores virales que insertan en los genes pueden en realidad transferirse a otros genes. Eso puede ocasionar una superproducción de su proteína en grandes cantidades, que podría ser un alérgeno, una toxina, un carcinogénico o un anti-nutriente.

transgenicos

Los alimentos genéticamente modificados son una amenaza inminente para los suministros de comida de la humanidad. Además de las cuestiones éticas, la polución genética se auto-perpetúa. Nunca puede revertirse o ser limpiada. Los errores genéticos serán traspasados a todas nuestras generaciones futuras de una especie. El viento, la lluvia, los pájaros, las abejas y los insectos polinizadores han empezado a transportar polen alterado genéticamente a los campos vecinos, polucionando el ADN de los cultivos de granjeros tanto ecológicos como tradicionales. Esto ha estado ocurriendo en todo el mundo durante más de una década. Teóricamente, si la polución genética prosigue, podría arrasar con la provisión de alimentos orgánicos del mundo natural. El uso de cultivos resistentes a los herbicidas también conducirá a un incremento acelerado del uso de herbicidas, resultando en una polución todavía mayor de nuestra comida y nuestra agua con tóxicos agroquímicos.

Este es el mundo que los eugenetistas han preparado para las generaciones futuras.

Compartimentación y control político

Si los gobiernos están tan preocupados por la salud y el bienestar de sus pueblos, ¿Por qué siguen desarrollando una infraestructura de agencias y departamentos cuyas políticas se dirigen precisamente hacia lo opuesto?

¿Cómo es que millones de funcionarios públicos han participado en la extinción de la salud pública? A través de la compartimentación, las facetas de la política pública han transmitido esas falsas suposiciones impuestas y esas hipótesis inútiles sobre la salud, y las han proyectado hacia medios operativos de procedimiento y acción.

Por ejemplo, un director de sanidad no cuestionará las directivas de las autoridades sanitarias regionales o nacionales, de igual manera que un coordinador sanitario no cuestionará las órdenes de su director de sanidad. Este sistema jerárquico funciona en cada país del mundo, haciendo funcionar todas las facetas y divisiones del gobierno.

Si la gente quiere conservar su empleo, no cuestiona a la autoridad superior.

Todas las malvadas prácticas de la eugenesia actual (y de la histórica) están totalmente fusionadas dentro de los principios políticos y públicos del gobierno. Además, siempre se imponen bajo la pretensión de ser un progreso para nuestra salud, seguridad, medio ambiente o economía.

Aunque los principios eugenésicos, o las consecuencias de instrumentos (herramientas, medios) de normas alternativas son continuamente evaluados por las generaciones sucesivas, las hipótesis mantenidas impuestas incluyen la perfecta puesta en práctica, con casi ningún efecto de crítica, de los grupos de presión y de las asociaciones de aliados.

Esto es lo que permite la continua mala propagación de las influencias políticas en la estructura gubernamental. Es también la base de que se conciban trapicheos y compromisos para modelar las directivas del gobierno a fin de que resulten aceptables a quienes tienen la mayor capacidad de obstruir las reformas estructurales, así como a otros que han invertido en el resultado.

En esencia, nunca se fomentan políticas de salud pública en beneficio de la gente. Simplemente son un instrumento “controlado”, que los eugenetistas han utilizado para inclinar progresivamente la balanza de la autoridad en su favor. Mientras los eugenetistas controlen los poderes mundiales, las corporaciones, los gobiernos y las leyes, el progreso a largo plazo de la salud humana es inalcanzable.

Como excelente ejemplo de cómo los eugenetistas utilizan a las corporaciones y al control político para dominar los gobiernos está el avance del Codex Alimentarius4.

Establecido en 1963, el Código Alimentario es el arma de propaganda apenas disimulada de las corporaciones globales para hacer todo lo que pueden para controlar y limitar las opciones individuales destinadas a mantener o incrementar la salud.

Esta recopilación de estándares internacionales y códigos de práctica está programado para entrar en vigencia el 31 de diciembre del 2009 en Estados Unidos y Canadá. Según los pronósticos de la Organización Mundial de la Salud (OMS), y de la Organización de Alimentación y Agricultura (FAO, por sus siglas en inglés), un mínimo de 3 billones de personas morirán tan sólo por las directrices obligadas del Codex sobre vitaminas y minerales. Entre una multitud de otras peligrosas directrices, también reintroducirá los pesticidas carcinógenos que se prohibieron a nivel mundial en 1991.

Se trata de controlar a los medios informativos

La resistencia que se ha presentado para contrarrestar la fuerza del movimiento eugenésico ha sido fútil. Los fracasos para combatir y detener su progreso se atribuyen en gran medida a la ignorancia, y a la programación de las poblaciones mundiales efectuada por los medios informativos convencionales.

obeyMás del 95% de los medios informativos mundiales son propiedad de seis empresas que conspiran todas ellas para promover las mentiras eugenetistas, los engaños y la desinformación. La supresión de la competencia y el establecimiento de monopolios locales para diseminar noticias y opiniones han caracterizado el auge de estos imperios informativos. Muchos han aguantado bien durante un siglo, inyectando mentiras totales y reescribiendo el registro histórico de la humanidad, mientras promocionan continuamente los arquetipos eugenésicos de mentira, engaño y robo. Sin duda alguna, han dado forma a la percepción pública de su voluntad. Aparte de Internet, esencialmente no tienen oposición.

Internet ha sido un medio muy importante para acercar la verdad a las gentes. Fuentes sofisticadas de noticias alternativas, portales web, radio, blogs, correos y chats han permitido que más gente pueda conectarse para buscar y conocer los hechos. Por esta razón, ha existido una belicosa ofensiva por parte de los eugenetistas para censurar Internet antes de que las masas despierten a la realidad de su falso paradigma.

Los poderes mundiales ya lo han organizado para modificar Internet, para que en vez de una estructura en red libre y pública sea un sistema privado, con programa de pago y totalmente censurado hacia el 2011. El éxito en la conversión de la red central de Internet en un núcleo central privatizado (reflejando la distribución de la red de televisión) acabará a buen seguro con la mayoría de formas digitales de libertad de expresión. Actualmente hay más de un millón de páginas conectadas, dedicadas a detener la censura en Internet.

Cómo liberarse del ciclo

Debemos unirnos y darnos cuenta que no somos víctimas de las circunstancias, somos los creadores de las circunstancias. La agenda eugenetista no habría pervivido tanto tiempo si no hubiera habido billones de personas cooperando y aceptándola como una realidad. Gandhi lo expresó muy bien: “Nadie puede herirme sin mi permiso”.

Gandhi dijo también que debemos ser el cambio que queremos ver en el mundo. No será posible derrotar a los eugenetistas sin cambiar nosotros mismos, y la forma en que vivimos.

Dejemos de comprar en un sistema que destruye nuestra salud. Dejemos de ver la TV y de utilizar los artilugios tecnológicos que emiten frecuencias electromagnéticas. Dejemos de comprar y de consumir químicos tóxicos en los cosméticos y alimentos. Dejemos de utilizar los fármacos de farmacia y las vacunas. Dejemos de utilizar la tecnología que reemplaza la interacción humana. Abandonemos todos los comportamientos asociados con alimentar complicados estilos de vida convencionales.

Algunas recomendaciones básicas para liberarse:

  • Lleva una vida más sencilla.
  • Cultiva tu propio jardín.
  • Llénate de luz del sol.
  • Descansa a tope.
  • Come en familia, interactuando unos con otros.
  • Come alimentos orgánicos frescos, y tanta comida cruda como sea posible.
  • Rechaza comer o beber nada que contenga aditivos o sabores artificiales.
  • No compres vestuario ni mobiliario manufacturado con toxinas.
  • Lee acerca de la nutrición y el ejercicio, y luego pon en práctica la teoría.
  • Aprende tanto como sea posible acerca del envejecimiento y de la inmunidad.
  • Aprende las cosas que hay que hacer, y las que no hay que hacer para mejorar tu salud.
  • Investiga y utiliza múltiples fuentes para validar todo lo que leas.
  • Activa tus niveles cerebrales superiores con la meditación.
  • Responsabilízate de tu salud.
  • Encuentra tu propósito.
  • Muéstrate activo en informar a los demás.
  • Crea una página web, un boletín de noticias o un blog.

Son soluciones increíblemente sencillas, pero hay tantas personas atrincheradas en programar los falsos valores y creencias sociales, que muchas de estas recomendaciones son abrumadoras para muchos.

Por difícil o tedioso que el proceso de adaptación puede ser, los únicos límites que colocamos en nosotros mismos son aquellos en los que creemos. Si no podemos cambiarnos a nosotros mismos, ¿qué poder podemos tener nunca para cambiar a los demás y a nuestro mundo? Todo empieza contigo.

Fuente: PreventDisease.com (27 agosto 2009)

1Aplicación de las leyes biológicas de la herencia al perfeccionamiento de la especie humana.

2Junk science= http://www.google.com/custom?cx=008658674907507047567:ozcb-7cqbvu&cof=LH%3A48;CX%3APreventDisease.com;FORID%3A1;S%3Ahttp%3A//www.preventdisease.com;L%3Ahttp%3A//www.preventdisease.com/images/PDlogo938.gif;LP%3A1&q=%22junk%2Bscience%22&hl=en&client=pub-0663688274569192

3http://preventdisease.com/news/articles/051407_pesticide_placenta.shtml

4http://preventdisease.com/home/tips103.shtml


3 respuestas a “Incrementalismo y eugenesia

  1. Muy bueno y totalmente de acuerdo con las recomendaciones.

    Quizás falta por nombrar el producto estrella cuando hablan de nutrición: el azúcar refinado, mucho más dañino que los demás por la cantidad que consumimos, queramos o no.
    Y si buscamos un principio remoto a la eugenesia, podríamos remontarnos al uso generalizado de cereales y el deterioro que supusieron para la raza humana, curioso que la mayoría de tradiciones y leyendas presenten a «los dioses» como los responsables de enseñar la agricultura a los hombres, para mi fue de alguna manera una forma intencionada de convertir a los salvajes humanos en dóciles y sumisos sirvientes.

    Salud!

    1. Apreciado piedra,

      De acuerdo con lo del azúcar, que es un tema apenas tratado, con el agravante de que los sustitutivos de éste, como el aspartamo, todavía son peores. Además, hace unos pocos años llegó a mi poder un artículo de un veterano y experto químco en que se aseguraba -según habían demostrado varios investigadores a lo largo del siglo XX- que el consumo de azúcar alimentaba… las células cancerosas. Sin comentarios.

      En cuanto a lo de la agricultura, siento disentir; al menos no estoy tan seguro de ello. No sé hasta qué punto una alimentación cerealística produce «mansedumbre»; lo que sí es cierto es que se pasó de una sociedad cazadora-recolectora a una sociedad productiva, con todo lo que vino detrás; la civilización, el trabajo especializado, los estados, el control y propiedad de los recursos… o sea, el fin de la unión del ser humano con la naturaleza.

      Saludos,
      X.

      1. La diferencia entre pueblos («salvajes» actuales) cazadores y agricultores es muy notable tanto física como psicológicamente y si no recuerdo mal en el neolítico se dieron retrocesos en la estatura y la envergadura al cambiar de alimentación, que son reconocibles por los restos de civilizaciones encontrados. Vamos que al asentarse y convertirse en agricultores se hicieron más débiles, más pequeños, y menos agresivos para favorecer la convivencia necesaria.

        http://europasoberana.blogspot.com.es/2013/05/la-maldicion-oriental-danos-dieteticos.html

        Los cereales, como base de la dieta, sobre todo los que contienen gluten, crean muchos problemas de salud. En la actualidad, altamente refinados, mucho peor.

        http://megustaestarbien.com/2012/09/12/el-trigo-moderno-es-un-veneno-cronico/

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